martes, 4 de diciembre de 2012

Blog abandonado

Este blog hace tiempo que ha sido abandonado. Podéis seguir leyendo algunos exabruptos de su autor aquí.
En cualquier caso, guardaremos para siempre y mientras google quiera, todos estos articulillos y articulotes para vuestro disfrute y/o tortura, según convenga.
Gracias por leer, y perdona por existir.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Derecho a la vulgarización

Tras largos años de escuela, las circunstancias de la vida y el eventual trabajo que va surgiendo hace que poco a poco me plantee seriamente algunas de las dudas que vengo arrastrando desde siempre. La formación del arquitecto, desde el punto de vista más amplio, afecta a todos los aspectos de la vida, cumpliendo con aquello que dijo nosequien de que el arquitecto es un profesional que sabe un poco de todo y nada en profundidad.
Es evidente que los arquitectos son gente bastante pretenciosa y suelen creerse siempre en posesión de la verdad absoluta (y si lo dudas, toma como muestra este blog...) y por este motivo, casi todos tenemos la extraña voluntad de intentar abrir los ojos de la gente cuando trabajamos para ellos.
De un modo u otro, se intenta crear algo especial con nuestro trabajo. Conducir al cliente a una nueva forma de vida a través de la arquitectura, sin plantearnos, muchas veces, por qué motivo actuamos así. Y es que pasando del debate sobre quien alimenta el ego de quien, hay casos tan absurdos que parece mentira que sigamos intentándolo.
Sin poner ejemplos para hacer sangre (quien quiera carnaza que se pasee por un barrio modernito, hijo de la era de la fachada ventilada de colores) quiero reivindicar desde aquí el derecho de las personas a ser vulgares. Vulgares de verdad. Tan vulgares que no se les pueda diferenciar del resto. Porque son del resto o por lo menos, quieren parecerlo.
A partir de ahora, buscaré la manera de saciar la vulgaridad del mundo, con propuestas tan vulgares y normalotas que duelan a los ojos del arquitecto snob. Y algunas veces, en la oscuridad de mi cubículo, fantasearé con la posibilidad de construir un castillo tenebroso para algún cliente siniestro que desee sentirse especial y busque asustar a la gente y robar los balones que caigan en su jardín. 

sábado, 27 de noviembre de 2010

Orejitas absurdas

A veces los arquitectos tienen manías muy raras. Las modas tampoco ayudan, pero la realidad es que muchas veces se hacen cosas sin ningún sentido simplemente por hacer la gracia, o sencillamente porque les apetece.
El otro día pasaba en coche por la calle Francisco Silvela, en Madrid, cuando descubrí este edificio:






















A primera vista me llamó la atención por su sencillez y claridad, fruto de épocas pasadas que sospecho que volverán. Pero en cuanto presté un pelín más de atención, pude percatarme de la absurda situación que tenía preparada para mi. Las graciosas protecciones en forma de oreja que se disponen a cada lado de la ventana proyectan, en pleno mes de noviembre, una sombra casi total sobre las ventanas. Es decir, lo que debería resultar de un diseño capaz de proteger al edificio del solazo veraniego, estaba, a las puertas del invierno, tapando la energía solar que se podría captar.
Y es que no hay situación más placentera que sentarte en tu casa, mientras te lava la cara el amable sol de invierno. Parece que los que usan este edificio, desconocen ésa sensación.
Para colmo de males, me meto en el streetview de google, para descubrir que la imagen que tienen captada del edificio (muy posiblemente en época más primaveral o estival), demuestra que las protecciones no están tapando el sol, ya que ¡oh! cosas de la vida, el maldito astro decide moverse mucho entre estación y estación, para desgracia de los edificios con soluciones mal proyectadas...

martes, 23 de noviembre de 2010

El Pocero y su mochila

Algo antes de que el Pocero saltara a la palestra y todo el mundo le señalara como el perfecto  empresario avaro y sin escrúpulos de la España constructora, coincidió que un servidor estuvo paseando por Ciempozuelos durante una buena temporada. Era la primavera del año 2006.
Caminando por el sur del pueblo, cerca del campo de fútbol, recuerdo mirar hacia el horizonte pardo de la Sagra y descubrir el perfil en obras de unos cuantos edificios en la lejanía. Desconcertado pregunté a mis acompañantes de qué población se trataba, pero ni siquiera entre todos logramos llegar a conclusión alguna. 




Ese mismo día, tras pasearnos Ciempozuelos entero, visitamos la oficina de urbanismo con la intención de recabar alguna documentación. Allí nos encontramos a un grupo de funcionarios muy atareados. Estaban a tope porque el nuevo plan general estaba en no sé que fase de tramitación y el revuelo era importante. No paraban de entrar vecinos a preguntar. Todos tenían algún interés afectado.
Una vez conseguida alguna documentación, que un técnico nos facilitó, pedimos también una copia del DVD informativo que allí repartían y donde se explicaba cómo sería el nuevo plan general de ordenación urbana de Ciempozuelos.
Al ver ese vídeo donde se presentaba el plan por medio de una simulación virtual de la nueva superficie urbanizada no pudimos evitar comentar con horror la salvajada que estaban a punto de cometer. El ambiciosísimo proyecto, pretendía urbanizar todo el territorio que el término de Ciempozuelos posee al este de la A-4. A ojo de buen cubero, pretendían multiplicar por cinco la extensión urbana del pueblo. Básicamente, no se dejaban nada por urbanizar, ya que el resto del término municipal estaba protegido al tratarse del Parque Regional del Sureste. De esta manera, Ciempozuelos iba a conectarse prácticamente con los edificios que se veían a lo lejos: con Seseña y la Pocero City. Curiosamente, al poco tiempo estalló un escándalo de corrupción y cobro de comisiones ilegales que salpicó a buena parte del consistorio.


Sin embargo, el Pocero logró concluir la primera fase de su ciudad particular. En una cuña de terreno toledano que penetra levemente en Madrid, se levanta el residencial Francisco Hernando. Una auténtica joya que rápidamente serviría para cargar ríos de tinta y demagogia variada acerca de lo malo que era este tipo, del horror en este pueblo y de los problemas que tenían los compradores de sus viviendas. Demonizando a este personaje, muchos encontraron consuelo y quizás una explicación sencilla para los desmanes cometidos por toda España. Vendieron la imagen de que tipejos sin escrúpulos habían construido estos horrores, como si las normativas y la legislación ambigua y permisiva no hubieran tomado parte en el asunto.
Claro que sí. Es mucho más fácil cargar la mochila del Pocero con todas las miserias que vayamos encontrando. Sin embargo, poca gente se ha parado a pensar que la mayor parte de las tropelías que se han cometido en este país, han sido perfectamente legales. Nadie ha querido cuestionar con un mínimo rigor qué leyes hemos tenido y cómo se ha podido llegar hasta aquí. Nadie ha intentado comprender cómo funcionan los procesos de urbanización y que resquicios quedan para la corrupción, que no son pocos. Pero sobre todo, a casi nadie le interesa saberlo, porque el día de mañana todos vamos a querer comer un trocito del pastel, cuando vuelva a salir del horno. 
Es lo que tiene vivir en un país donde sólo se vive de la construcción y el turismo. O robamos a los extranjeros, o nos robamos entre nosotros. Pena que el ciclo ya no dé más de si. Por ahora.

viernes, 8 de octubre de 2010

El país sin alma

Gastando horas por la web me tropecé con este interesante artículo en el que se analiza minuciosamente por parte de una chica nórdica la impresión que se lleva de España, tras una estancia temporal en nuestro país. Es curioso ver cómo pasea por todos los tópicos tipical Spanish para desmontarlos en su mayoría con argumentos a veces fofos, a veces extremadamente contundentes.
Uno de sus máximos aciertos, a mi parecer, es el detectar la dualidad amor/odio que los españoles tenemos hacia nuestro país y que en mi caso, podréis verificar al terminar de leer este post. Cito textualmente: "Los españoles son muy nacionalistas, tratan de pretender que no es así, critican a su propio país y hasta lo califican de "el tercer mundo" cuando el nivel de vida es muy bueno pero si algún extranjero intenta hacer lo mismo en lugar de escucharle y tratar de entender sus razones le atacan inmediatamente.  Los españoles en el fondo tratan de conciliar dos actitudes opuestas: la de avergonzarse de su país y la de creer que su nación es la mejor del mundo".
También me parece que da en el clavo cuando comenta el frío que hace en nuestras viviendas. De hecho conozco más de un caso de extranjeros que pasaron un año sin salir del catarro constante tras disfrutar las fantásticas condiciones de la vivienda sin aislamiento ni calefacción typical madrileña sólo apta para estudiantes, emigrantes y viejos sin recursos (ups! que no me caben tantas puyas en una sola frase, leñe!).


Ahora. Todo este rollo anterior sólo me sirve de preámbulo para lanzarme a la carga contra la afirmación que más me escuece del comentario de esta chica: España no tiene alma.
Creo que esta afirmación sólo puede deberse a la tendencia actual que intenta aplanar todo tipo de realidades resumiéndolas en una idea, un concepto, un icono fácilmente diferenciable que sirva para distinguir algo entre el todo. Y no es verdad.
Más allá del tono pesimista con el que el blogger despide el post, creo que no se le puede dar crédito a afirmaciones de este tipo. Parece que el problema consiste en que los clichés exportados internacionalmente como la siesta, los toros, el flamenco y  la paella no están presentes en nuestro día a día. Lo siento. Puede suceder entonces que estos clichés estén equivocados. Puede que el problema resida en que Francia y su centralismo enfermizo exporta París con su Notre Dame, su torre Eiffel y su Montmartre para que los millones de turistas que deambulan por sus calles estén contentos de ver lo que ya sabían que iban a ver desde antes de coger el avión. Puede que en España no pase eso. Puede que no podamos vender nada más que sol y playa, a pesar de contar con un patrimonio enorme en todos los sentidos, pero eso no será por dejadez nuestra, sino por desinterés foráneo.
Puede que no podamos resumir nuestro país en la capital, porque la complejidad que abarcamos es tal que ni siquiera una megaciudad fragmentada y heterogénea como Madrid podría acoger tal diversidad. Puede que necesites diez años para descubrir que de Galicia a Murcia, o de Andalucía a Cataluña hay un abismo cultural, mil diferencias en todos los aspectos. Podríamos ser veinte países, pero sin embargo aún somos uno. Quizás partiéndonos en mil pedazos resultaría más sencillo encontrar la clave, el secreto del alma de cada trozo, pero por ahora España es variedad y para encontrar su alma, hay que tomarse un tiempo, supongo.
El alma no se puede explicar. No se puede resumir. Y dudo mucho que exista algún país sin alma, del mismo modo que no existen personas sin alma.

domingo, 3 de octubre de 2010

Ni optimistas, ni agoreros.

Sobre la crisis inmobiliaria, parece que ya esté todo escrito. Sin embargo, hoy reclamo mi derecho a dar el peñazo un poco desde aquí. No es que vaya a descubrir la pólvora, pero al menos no hago negocio diario bombardeando miserias e insuflando desesperanza como hacen otros (recomiendo el especial pre-parados de El País, todo un alarde de optimismo y alegría para una juventud que lo tiene jodido).
Y es que si hace dos años había que lanzar mensajes optimistas y hacer pronósticos alentadores, ahora está en boga todo lo contrario. Los que antes confiaron en el crecimiento de la economía como algo lineal y llamaban agoreros a los cautos que advertían de los peligros, son ahora los que exigen medidas reguladoras o piden ayuda para reflotar sus negocios. Nadie niega la existencia de la famosa burbuja inmobiliaria y todo el mundo cree que la vivienda era y sigue siendo demasiado cara.
Buscando información sobre todo esto, me topé con un vídeo de hace tres años producido por la BBC. Quizás en su momento podría sonar un poco a envidia, cuando las empresas españolas devoraban a las inglesas (sobre todo bancos) con el dinero que ellos mismos nos prestaban para sostener el enorme crecimiento de nuestra economía. Era la época en la que aún jugabamos en la Champions League y los avisos no se tenían en cuenta.


Parece mentira, pero el vídeo acertó en casi todo, y digo casi porque la única cosa positiva que vaticinan es lo único que aún no se ha cumplido: llevamos ya dos años de crisis y paro, de hipotecas que se ejecutan, de pisos que no se venden, pero los precios no bajan. O no bajan suficiente. La burbuja aún tiene aire, parece.



Eso sí, tal y como refleja este otro vídeo, a pesar de que la situación es ya insostenible, parece que los promotores no tengan ninguna prisa por vender y prefieran esperar el tiempo necesario antes que bajar los precios drásticamente, reduciendo su beneficio, sí, pero aliviando su stock y por tanto recuperando en parte su capital.
Sólo me queda imaginar algunos porqués. 
El primero que se me viene a la cabeza tiene que ver con cuentas en Suiza y dinero negro. Dudo que los promotores grandes estén ahora pasando hambre.
El segundo, y el que me pone de más mala leche, me recuerda las palabras de un buen profesor de urbanismo cuando nos explicaba (en pleno boom ladrillero) porqué el mercado inmobiliario no se regía según las leyes de la oferta y la demanda. Básicamente afirmaba que era la banca quien sobrevaloró la vivienda con el fin de prestar más dinero y ganar aún mucho más cuando se lo devolvieran. En el panorama actual, donde las hipotecas se están ejecutando, la banca no puede permitir que los precios caigan, pues arruinaría sus balances al tener que devaluar una parte grande de sus activos actuales: pisos que la gente no puede pagar.
Conclusión: el día que los precios de la vivienda bajen, la banca española se irá al garete, pero quizás tu puedas comprarte un pisito en Vallecas, aunque no tengas trabajo ni ganas de tenerlo.
Os dejo la viñeta de hoy del Roto. Buen final, creo.



jueves, 30 de septiembre de 2010

Nombres con clase

Hace algún tiempo, un amigo me comentó la asombrosa proliferación de empresas cuyo nombre terminaba en "-alia"  y lo harto que empezaba a estar de esta plaga. Tras pensármelo un rato, puede enumerar unas cuantas empresas que usaban este sufijo en sus nombres y pensé en lo fácil que sería adaptarlo a casi cualquier negocio, sin embargo no le presté más atención y ahí se quedó la cosa.
Hasta hoy. Caminando por la calle me crucé con una furgoneta de una empresa llamada reparalia y empecé a plantearme que esta moda estaba llegando lejos. Sin más demora, encendí el ordenador y comencé a buscar.  Primero las clásicas, las que tienen una buena publicidad y su nombre resuena a menudo como es el caso opticalia o envialia. Pensando un poco más me topé con transportalia, constructalia, graficalia, abogalia, lactalia, pizzalia, arquitectalia e incluso algunas que lo superan todo, como superalia, o la mejor sonante de todas: zapatalia.
Parece que este sistema te permite exponer de un modo claro cuál es tu negocio y además brinda a tu empresa un toque interesante, culto diría yo. Ese sufijo mágico hace que tu empresa caspilla se transforme en algo con clase sin tener que pensártelo demasiado. Pronto surjirá embutidalia, chapuzalia, botellalia o paellalia; pero entonces el efecto sublime se irá pasando.
Esperemos. 

martes, 14 de septiembre de 2010

Cambios en la nueva temporada

Estimados lectorcetes:
Sé que la ausencia ha sido larga, pero como todo en esta vida, regresamos en Septiembre. Eso sí, de milagro estamos aquí.
Han sido meses de intensos debates internos sobre la continuidad de este blog [en realidad no] pero por fin he decidido retomarlo y continuar inyectando en él toda mi rabia, una vez que por fin he asumido la soledad de mi escritura. 
Así que perdido el afán de ofreceros post de diversa autoría, transformaré este lugar del ciberespacio en mi blog personal de arquitectura y majaderías diversas. Lo siento por todos. 
Con respecto a los cambios de apariencia del blog, comentar que la cabecera se ha modificado levemente para darle un toque más actual. El que quiera saber qué significan esos símbolos, que no dude en usar la fuente Wingdings 3, muy útil para algo que no he descubierto aún. Acerca del ornitorrinco de la derecha, simplemente mencionar que es uno de mis nuevos referentes en la vida. Parco en palabras, Perry el ornitorrinco nunca pierde la fé y lucha contra el mal sin tregua.
Pronto carnaza.

domingo, 13 de junio de 2010

Pedras de formijón

A nadie le queda duda de que Antón García-Abril es un arquitecto con suerte.
Recordado por ése edificio que le hizo a la SGAE en Santiago con fachada Porriño Style a lo cutre, o la casa con pedruscos y vigas de puente que le hizo a algún amigo cercano, queda clara su predilección por las obras mazacóticas y su mérito está, desde mi punto de vista, en conseguir que alguien pague para "construir" los divertimentos que de vez en cuando diseña.
Pero como lo mejor para conseguir hacer algo absurdo, es creérselo, este arquitecto no para de reafirmar su lado neobrutalista rupestre (por llamarlo de algún modo), ahora con vídeos en HD del proceso de ejecución de su último cacharrito pedrero.















El vídeo, ágil y bien montado, es bastante interesante, aunque no muy sorprendente. Ya sabéis: una retroexcavadora y hormigón en masa son suficientes para hacer un pedrusco habitable. Muy bonito.

viernes, 28 de mayo de 2010

¿Madrid no es para bicis?

Leyendo una noticia acerca de la evolución y crecimiento de los carriles bici en Sevilla, no he podido evitar sentir envidia y cierta rabia por la tremenda distancia que todavía separa a Madrid de muchas otras ciudades donde la implantación y la apuesta por la bicicleta está cambiando el panorama de la movilidad urbana radicalmente.
Hoy por hoy, no parece necesario explicar porqué la bicicleta supone una alternativa real, viable y muy posible frente a otros modos de transporte. Las ciudades donde la bicicleta funciona, mejoran la movilidad del ciudadano en distancias medias de manera exponencial y los sistemas de préstamo de bicicletas son un éxito rotundo allí donde se ponen en práctica acompañados de los recursos necesarios para ofrecer un servicio competitivo.
Sin embargo Madrid está aún muy lejos de esa situación.
Hace ya algún tiempo, se hizo público el famoso Plan de Movilidad Ciclista donde se expone de una manera un tanto vaga, cómo será la implantación ciclista en Madrid, hecho que para algunos, significó un puntillo de esperanza en la política de movilidad de este consistorio. Sin embargo, el tiempo corre y las medidas apenas llegan. Sólo cabe destacar algún tramo corto no muy céntrico inaugurado gracias a las inyecciones del PlanE y los numerosos aparcamientos para bicicletas que se han dispuesto por toda la ciudad. Pero de crear los prometidos itinerarios transversales, nada. Ningún carril bici urbano de verdad, por zonas céntricas y densas, por donde los ciclistas tengan posibilidad de pasar para hacer algo útil en su vida.
Todo lo que tiene Madrid es una especie de M-40 ciclista, mal trazada, aislada e infrautilizada que sólo sirve como divertimento para los ciclo-domingueros más aventureros; algún carril bici en el extrarradio que te lleva de ninguna parte hacia la nada; y un carril bici en la ciudad universitaria actualmente bloqueado por las obras del faro de Moncloa.
Y para colmo, los pocos carriles bici que existen, están trazados con criterios de pseudodiseño urbano de mínima calidad y que demuestran un pobre conocimiento de la bicicleta. Sirva de ejemplo el carril bici del pasillo verde ferroviario, que nunca llegará a funcionar bien, debido a un trazado que asimila la bicicleta al peatón, en lugar de aproximarla al resto de tráfico rodado; obligando al ciclista a parar en cada paso de cebra, dando continuos rodeos en cada bocacalle y esquivando a los peatones que gracias a la unidad del carrilbici con la acera, deciden apropiarse de éste dado su escasísimo uso.
Parece que la tímida apuesta del ayuntamiento por la bicicleta, tenga la voluntad de convencer al madrileño de que la bicicleta no es viable, que los carriles bici son un desperdicio de espacio y de dinero, y que por algún extraño motivo, Madrid no está hecha para ir en bicicleta.
Nada más lejos de la realidad.

lunes, 17 de mayo de 2010

¡¡¡Por fin CAD para Linux!!!

Al fin, por fin, el fin.
Tras demasiado tiempo en fase de desarrollo, los tipos de Bricsys han sacado a la luz la esperadísima beta de Bricscad para linux. Supongo que no habrá sido nada fácil adaptar todo el programa al sistema libre, por eso la tardanza, pero espero que haya valido la pena.
Para los que no estéis puestos en la situación, os comento que este lanzamiento es un hecho histórico que puede abrir muchas puertas para los arquitectos, actualmente sometidos sí o sí a la dictadura de Windows y en menor medida de Autodesk.
Y es que aunque Bricscad no es un software libre, es sustancialmente más barato que Autocad y ofrece una interfaz muy similar y total compatibilidad de archivos. Ahora cualquier usuario podrá tener un ordenador con Ubuntu gratis y legal y además podrá tener un software de cad a buen precio, cosa que todavía no sucede con otros sistemas, como  Mac, que no tiene solución cad para sus usuarios.
Espero que este lanzamiento anime a muchos usuarios a pasarse a linux y quitarse de viruses, troyanos, antiviruses, firewalls y demás paridas que lastran nuestro ordenador y sangran nuestros bolsillos. 
Sobre precios del programa no sé nada fijo, pero hace unos meses pregunté y me informaron que la versión de estudiante para windows salía por unos 50 euros, así que para linux andará por ahí.
Yo voy a probar la beta cuanto antes y ya comentaré cómo va. Más noticias pronto.

Detalle constructivo

Paseando por la red, tuve la fantástica ocurrencia de escribir en Google [por pasar el rato] las palabras detalle constructivo. Lo cierto es que el resultado de la búsqueda no me sorprendió en absoluto, quedando en primer lugar un detalle bastante típico para solucionar una cubierta plana ajardinada. 
Sin embargo, de entre todas las imágenes me llamó la atención esta que os presento, más que nada, por lo antigua que parece y lo casposo del dibujo. Indagando un poquito más descubrí que pertenece a la sección descripción técnica que nos presenta la web de construcciones BellMar S.L.
La web en cuestión, que ya es en sí todo un alarde de tecnología [tiene un botón de encendido/apagado que te permitirá encender y apagar una musiquita relajante cuando quieras...] nos acerca a la empresa BellMar, fundada en 1980 y que entre otras cosas, tiene el honor de haber vivido ya dos booms inmobiliarios [eso sí, no consta que aún esté viva]

Para que podamos entender la calidad de sus obras nuevas, colocan este detalle general, mediante el cual podemos conocer a fondo cómo será su modus operandi. Supongo que el detalle [que ya debía ser vetusto en 1980] les ha dado muy buen resultado y como cambiar lo que funciona es de tontos, pues para qué innovar...
Lo que más me inquieta es si el forjado de abajo es o no sanitario, porque a juzgar por las viguetas que usan, debería estar apeado durante la ejecución para que no se hundiera todo, lo que hace pensar que ahí abajo debería caber un fulano para retirar los puntales y el encofrado; claro que por otra parte, el suelo es de tierra sin más, lo que no resulta muy confortable para una vivienda, aunque si lo usas de bodega, puede que no compute edificabilidad y no veas lo que farda cuando te llevas a los amigotes de borrachera, por no hablar de lo fresco que se está en agosto... Aunque, de ser una bodega con el suelo de tierra, resulta raro enlucir y pintar el techo. Quizás sea para pintar un fresco con una escena de Baco dándole al drinkinig. No sé.
Otra inquietud que me deja tocado, es la cubierta. Pasando por alto el momento: aislamiento pa qué, si por aqui corre el aire y eso no hace ná, me llama la atención el nombre de tabiquillos conejeros. Y es que a mi me explicaron que se llamaban tabiques palomeros, lo cual me lleva a pensar que este elemento pueda cambiar de nombre según el animal salvaje más común en el entorno próximo. Si en Madrid se le llama palomero y en Alicante conejero, supongo que en Santander será sardinero y en Marbella choricero, por poner.
Aunque, ya para terminar, lo mejor de construcciones BellMar, son los modelos de chalé que proponen. Tenemos el modelo madroño, con el que el madrileño más ostentoso se sentirá como en casa, pero disfrutando de la playa, claro. También está bonito el modelo hiedra, que viene con la hiedra de serie, para que cuando crezca no veas el horror en el que vives; el modelo sauce, que tiene la ventaja de que no podrás taparlo ni con un sauce ni con dos, sólo podrías con hiedra, pero viene en el otro modelo, qué pena. Y los modelos orquídea y tamarindo, que aunque en alzado tienen un parecido asombroso, en planta son completamente distintos, demostrando que éso de que la planta y la sección no encajen, no es cosa de los pfc de la ETSAM. Ya lo inventaron los de construcciones BellMar hace más 30 años, ahí es ná.